lunes, 13 de octubre de 2008

"Reflexión de una loca en la montaña"


El jueves y el viernes de la semana pasada fuimos los cuatro cursos del turno tarde de campamento a Los Gigantes.
Estuvo muy bueno...
Primero la "joda" del colectivo (en realidad yo me la pasé durmiendo jaja), después escalar la montaña, sierra, monte o como se le llame a esa elevación (aunque en el proceso nos morimos de hambre, sed y cansancio), dormir una siesta abajo de la cima, ponernos melancólicos, tener pensamientos filosóficos, joder a la vuelta, comer pastas y chorearnos la pepsi para que dure jaja, jugar al quemado, "acostarse de dormir", hacer juego de luces con las linternas, cambiarnos 4 veces de carpas durante la noche (hacía mucho frío y en una carpa dormía 8 personas para darnos calor corporal, patético pero divertido jaj), ver las estrellas que no existen en la ciudad, tirarle una piedra al gallo que cantaba cuando queríamos dormir (pobre gallo, menos mal que no le apuntaron bien) ponerme crema para mi bronceado de hombre, comer asado, desarmar carpas con 50º centígrados, caminar a un arrollo, dormir otra siesta, llegar y dormir otra siesta, volver y dormir otra siesta...
Pero lo más raro para mi fue hacer una "definición de la vida" cuando descendíamos de la cima:
"La vida es como una montaña. Uno se puede encontrar con hermosos paisajes que resultan inolvidables, pero también puede toparse con piedras, piedras que son los problemas, que uno puede saltarlos y caminar sobre ellos para sacarles provecho. Y como en una montaña uno se encuentra con muchos problemas y muchos momentos hermosos, se termina cansado, y por eso es sufiente con escalarla una sola vez."