miércoles, 30 de septiembre de 2009

GiGaSil



Este es ese lugar en mi mente a donde puedo escaparme y tomarme vacaciones por unos minutos cuando la realidad me satura.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Un Largo Sueño



Siempre me acuerdo de ese día en que decidí quedarme sola pensado.


Te dije que necesitaba mi espacio, que continuáramos por un tiempo con nuestras vidas para poder aclarar mi mente.


Me quedé en una plaza intranscurrida, era ideal para acostarme a dormir y consultar lo que sentía mi corazón en contacto con la tierra.


Pasé el día contemplando el sol, llegó la noche y observaba las estrellas, la inmensidad del cielo. Era tan hermoso, parecía increible la realidad, lo cotidiano se volvía como de ciencia ficción ante mis ojos.


Entre tanta paz el sueño llegó y yo ni cuenta me dí de que tenía que regresar a casa. Así que pasé la noche en la plazita, esa que estaba olvidada y alejada de todo el ruido. Pensaba en vos, mañana iría a verte para contarte que iba bien, pero mi sueño se hizo profundo, el suelo se volvió más cómodo que mi propia cama y las horas pasaron. Ni siquiera percibí que ya había salido el sol, y como nadie andaba por ese lugar, no tuve a alguien que me despertara, nadie sabía donde yo estaba y seguí durmiendo.


Dormí un día, dos, pasó una semana, un mes, 6 meses, y mi mente todavía se encontraba en el quinto sueño.


Mientras dormía mi cuerpo erosionaba el suelo cada vez que me daba vuelta para acomodarme, y sin darme cuenta fui cabando un pozo.


Los días pasaron y mi propio estómago me despertó. Tenía hambre, hacía mucho que no comía. Cuando abrí los ojos me dí cuenta que durante todo ese tiempo había estado cabando la tierra, de tal manera que me encontraba en mi propia tumba.

Y todo empezó por querer estar sola y alejarme un ratito de vos.

Ginette Beutel.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Mis Sentimientos Reflejados en un Barquito


Siento que soy un barquito de papel que flota en la inmensidad del océano.

Las olas me llevan a su merced y sólo me queda rendirme a la corriente. Derrepente empieza a llover, las gotas son muy grandes para mi capacidad, el peso cada vez es más sobre mi superficie, y comienzo a hundirme.

El viento sopla, se forma la tormenta, que se encuentra en mi corazón. Pero ahora pareciera que yo estoy dentro de mi corazón y no que mi corazón está dentro mío, así que me maltrata, las olas me golpean, y soy insignificante ante esto.

Cierro los ojos, rezando poder superar este dificultad, esperando que cuando vuelva a abrirlos todo haya pasado, pensando en los hermosos momentos que pasé para así no pensar en el dolor que me producen los golpes.

Sé que en algún momento veré el amanecer, la tormenta pasará, y finalmente el sol saldrá como lo hace todos los días. Pero este día es diferente para mí, porque tengo ese temor, un miedo con el que lucho de que el día no termine, de que la tormenta no cese y de que yo no sobreviva a los impactos.

Esperando estoy a que tu mano me saque de esta tempestad en la que me encuentro a que tu guía que me ayude a llegar al lugar correcto.

Ginette Beutel

lunes, 14 de septiembre de 2009

Soneto de Garcilaso de la Vega

Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuando yo escrebir de vos deseo;
vos sola lo escrebistes, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.
En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuando en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.
Yo no nací sino para querernos;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma misma os quiero.
Cuando tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir y por vos muero.


Garcilaso de la Vega (primer renacimiento, siglo XVI)
Impresionante como se expresa para la época... ¿no?

jueves, 3 de septiembre de 2009

UNA HISTORIA QUE NO DEBERÍA HABERSE REPETIDO


Debo contar esta historia.
No sólo porque también se trata de mí,
sino porque es la historia de muchas personas, de un pueblo que aún llora.


La inspiración de Adolf Hitler fue ésta. En un lugar que muy pocas veces escuchamos nombrar se cometió el primer genocidio del siglo XX: El Genocidio Armenio.

Entre 1914 y 1923 Turquía asesinó 1.500.000 personas, y al escribir esta oración me quedé sin palabras, porque el dolor es indescriptible, porque apesar de no haberlo vivido yo misma, lo llevo en la sangre.


Aquí la historia de mi origen.

Todo comenzó en Armenia con mi bisabuelo.
En el genocidio asesinaron a toda su familia delante de sus ojos. Parece una especie de técnica de tortura: mataban a familias enteras, pero dejaban a un integrante vivo para que contemplara como morían sus seres queridos fusilados.
Luego de eso, gracias a un cura que lo ayudó y a que él sabía hablar turco, huyó a Siria donde conoció a mi bisabuela. Se casaron y tratando de escapar de tanta muerte vinieron a Argentina. Mudos, sin saber una palabra de castellano tuvieron que aprender a duras penas. Trabajaron mucho, y tuvieron una numerosa descendencia.

Esta historia la escucho una y otra vez, pero siempre es igual, como si fuera la primera vez que la oyera. Su impacto es muy fuerte en mi, es inexplicable, pero puedo sentir una herida abierta que nunca sana.

Lo increible de todo este relato es que no es original, porque así como le pasó a mi bisabuelo, le pasó a miles de otros que huyeron y aún pedimos a gritos que este acto atroz sea reconocido.

Turquía NUNCA reconoció el genocidio armenio. Pese a que el Genocidio Armenio ya es reconocido oficialmente en muchos países, Turquía lo niega, y el reconocimiento de éste se ha transformado en una obligación apremiante de la comunidad internacional.
Las repercusiones de la negación del genocidio para Turquía son muchas. Gracias a esto aún no han podido unirse a la Unión Europea. Se los condicionó que solamente serían aceptados en la Unión en el momento en que lo reconoscan. Esto produjo una especie de rechazo hacia los turcos en Europa. Apesar de que muchos turcos nacen en Europa, siguen siendo de ciudadanía turca, porque éstos no pueden tramitar una ciudadanía europea.
Aún así, Turquía todavía posee razones para no reconocer el Genocidio. La razón principal por la que Turquía no reconoció el genocidio es porque si lo hiciera debería devolver todo el territorio que le robó a Armenia, el cual, después del genocidio quedó como el tamaño de una provincia argentina.

Un símbolo armenio en Turquía es el Monte Ararat. Antes del genocidio pertenecia a Armenia, luego quedó en medio de todo el territorio que los turcos robaron.
Su nombre significa "Montaña del Dolor" con toda la connotación que eso acarrea. Esta montaña mide 5.137 metros, y en ella también se encontraron los restos de la antigua Arca de Noe.
Incluso desde la capital de Armenia, Ereván, Se puede contemplar este monte.
Así es como los armenios esperamos. No sé si esperamos que se haga justicia, porque a las vidas que perdimos no las podemos recuperar más. Creo que estamos esperando que nuestra historia sea escuchada, que la gente entienda que cosas como ésta no se tienen que repetir, que por lo menos se admita la muerte del millón y medio de armenios; porque ellos lo merecen, porque los actos no tienen que quedar de esta forma, impunes. Ya nadie va a revertir lo que se hizo, pero pienso que sí se podría sanar una gran herida.


Transmití esta historia.

No figura en ningún plan de estudio, pero está clavada en el corazón de Armenia.