viernes, 27 de noviembre de 2009

Las Fulanas.

-¡Hola Fulana! (si me hago la simpática quizás me hace la torta para mi cumple)
-¡Hola Mengana! (ohhh, lo único que me faltaba, cruzarme con ésta... qué día de @$*&)
-¿Cómo andás? Hace tanto que no te veía... ¿Qué es de tu vida? (ojala no se extienda mucho con sus historias que no tengo ganas de escucharla)
-.Bien... ahí ando con el trabajo, los nenes. Todo normal. Mi vida sigue siendo la misma (¿desde cuándo le interesa a ésta cómo me va?)
-Ayyy sí... nos vendría bien tomarnos unas vacaciones.
-La verdad (de qué se queja si no hace nada la vaga)
-¡Falta re poco para mi cumple! La verdad es que me da un poco de pánico pensar que me acerco cada vez más a los 40. Vas a ir a mi fiesta, ¿no? (¡y de paso me llevás la torta!... que sirva para eso al menos)
-Espero que sí. Si tengo tiempo te prometo que voy. (con qué me irá a salir este año)
-¡Ay no sabés el precio que tienen las tortas! Encima no son tan ricas como las caseras. Mi abuela me haría una, pero ya está cansada, ¿viste? La edad le cayó encima de golpe y no quiero exigirle un esfuerzo que no es bueno para ella en este momento. (espero haber sonado conmovedora)
-Buenooo... no te preocupes. Nunca es tarde para aprender a hacer una torta. Podés empezar con las cajas de la Exquisita, y si para tu fiesta la torta está horrible, tus amigos la van a comer igual porque te quieren mucho. (jajaja te jodí. Sabía que algo me quería pedir)
-Sí, puede ser. Nunca fui buena cocinando, por más que lo intento, no me salen las cosas como a vos por ejemplo. Me parece que eso es talento natural, y yo no lo tengo. (aflojáaaa)
-Es práctica, no talento, te lo aseguro... ¡yo hace unos años era malísima! (y no afloja, ¿eh?)
-Bueno... está bien, creo. Ya voy a ver cómo me las arreglo con eso. En todo caso no hago torta... aunque un cumplaños sin torta no es cumpleaños.(quizás le dé un poco de culpa que sea tan pésima mi fiesta y me haga la torta)
-¡No importa! La compañía es lo que importa. ¡Ohh, mirá la hora! ¡Me tengo que ir volando! (no te vas a salir con la tuya esta vez)
-Ah bueno, vaya tranquila... ¡saludos a tu familia! (ufaa)
-Chau!
-Chauuu.

                                                                              Gini Beutel

lunes, 23 de noviembre de 2009

DES/UNIÓN


Poco a poco se metía en mi corazón un sentimiento nada bueno. Fue tan lento el proceso que se hizo imperceptible, y no se fue hasta que me sentí totalemente incómoda con su compañia... esta noche se me hizo un click, es como un despertar, un "eureka" que me demostró la razón por la que me sentía rara. El problema no está exento de mí. La desunión no tardó mucho en llegar hasta mí. Y ahora una vez más compruebo que la biblia es la mejor guía de la vida. En ella siempre se encuentra una respuesta.


Romanos 15:5-6
Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.

1 Corintios 1:10-13
Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Seór Jesucristo, que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Clóe, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?

Juan 17:20-23 (oración de Jesús antes del arresto)
Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en tí; que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los que has amado a ellos como también me has amado.

En un mundo tan dividido hace falta un poco de unidad... y yo no estaba contribuyendo en eso. Muchas veces dejamos que las heridas y los rencores nos dividan de nuestros más cercanos, y no vale la pena porque gracias a Dios existe el perdón. Creo que es hora de poner las cosas en su lugar y parchar las viejas heridas.

Jesús te pido perdón por haber perseverado en mi enojo, por la desunión, y por mi orgullo. Perdón por haberme concentrado en mí misma y por dejar de lado a los que amo. Perdón por no amar a los demás de la manera en que nos amas y guardar rencores. Enseñame a tener paciencia, a ser temple, y sobre todo a amar cada día más a los que me rodean, alejándome de las desuniones, inclusive en las diferencias. Gracias por toda la paciencia que tenés conmigo y por tu infinito amor al morir en la cruz por mí. Amén.


NOTA: Que no se confunda el hecho de seguir un camino propio con el individualismo.

                                                                                                                        Gini Beutel

domingo, 15 de noviembre de 2009

Gracias Mi Querido Blog



Las últimas entradas de mi blog son como un blablabla que ni siquiera a mí me convence. Noto que trato de ser positiva para mantenerme lo más cuerda posible, pero estoy cansada y la verdad es que mi optimismo queda de lado cuando empiezo a plantearme algunas cosas. Creo que estoy en esa etapa de la vida en que a pesar de que las cosas marchan "bien", estoy disconforme, me gustaría que las cosas estuvieran muy bien. Quizás todo pasa por la cabeza. Seguramente la actitud con la que uno se dirige a las cosas se convierte en la manera en que son las cosas... pero no sé... ahora mismo no estoy segura de nada.
Leí en muchas páginas que cuando una persona siente que sus capacidades fueron traspasadas por sus obligaciones es cuando llega el cansancio, la actitud con lo que nos rodea es apática, y en otras palabras... un mal ondon total.
Así estoy ahora, un mal ondón total. Aunque sé que puedo cumplir con lo que tengo por delante, pero realmente estoy cansada y quiero dormir... mucho.
Me molesta (perdón por la palabra, pero así me siento en este momento) la mierda en que se convirtió este país. Me molesta ver la gente se muere de hambre, me enferma que en el Impenetrable Chaqueño la gente se alimenta del basural porque la sequía es tan grande que no pueden vivir del campo y me revienta que mientras pasa todo eso, que en verdad es importante... estamos en una nube de gas mirando como se derrumba todo delante nuestro. En mi mente expresarse perdió todo el sentido. ¿De qué comunicación se habla si la comunicación consiste en emitir un mensaje y que ese mismo mensaje sea receptado por "x" persona, y en cambio siento que sólo se habla, se habla y se habla y nadie escucha a nadie? ¿En qué momento tuvimos que llegar al punto en que manifestarse violetamente en las calles sea la única forma (al parecer) de hacerse escuchar? ¿Para qué hay tantos medios de comunicación si ni siquiera podemos entablar una relación normal entre nosotros? En la calle lo único que veo son personas agresivas que se chocan con todo lo que se les cruza, gritos, violencia y más violencia.
¿Cómo llegamos a enfermarnos tanto como para que la violencia doméstica se convierta en algo cotidiano? ¿Por qué hay tanto abandono? ¿Qué hacen los chicos pidiendo en la calle en vez de ir a la escuela?
Estoy cansada de esto, estoy cansada de que para todo hay burocracias... todo es impedimentos... La vida consta en remar contra la corriente al final.
Estoy harta de desilucionarme y de decepcionarme. Veo a mi alrededor y me pregunto cómo fue que cambió todo, en qué momento cambió, y por qué cambió.
Lo único que me tranquiliza es que Dios sabe... algún día entenderé por qué pasan ciertas cosas.
Me pongo a pensar (en algunos momentos desearía no poder pensar) y realmente desconosco a la mayoría de los que "conosco", se vuelven todos extraños. Siento que todos cambian, o quizás yo estoy cambiando. Después me imagino cómo serían las cosas si derrepente dejara de verlos y me doy cuenta que todo seguiría como siempre... el mundo marcha, siempre sigue y yo soy como una hormiga en medio de la inmensidad. ¡No quiero ser hormiga! ¡Quiero que lo que tenga para decir sea escuchado! No quiero utilizar este blog como medio para descargarme, pero últimamente eso es lo que hago y se convirtió en mi propio psicólogo.
Deseo hacer algo diferente, algo que le haga bien a alguien, pero es cierto que la semilla antes de nacer tiene que morir, y yo me muero de ansiedad esperando.
Gracias blog. gracias por escucharme... eso es lo que más hace falta en el mundo... escuchar.
Y ahora que lo pienso, mientras mi blog escucha las estupideces que digo, hay alguien que la está pasando muchísimo peor que yo y realmente necesita que la escuchen.

                                                                            Gini  Beutel

domingo, 8 de noviembre de 2009

La Elección


Un 8 de noviembre en un país de latinoamérica nació un bebé al que llamaron Shausef. Era el primer hijo de un joven matrimonio formado por Heli, la mamá y Dariel, el papá. Luego de su nacimientos siguieron 3 nacimientos más que no cambiarían mucho su vida.
Tuvo un infancia dentro de todo... normal, con algunos problemas que marcaron su forma de ser como en la vida de cualquier otro.
A pesar de su edad, Shausef maduró rápidamente, producto de algunas circunstancias.
En su país hubo una gran crisis que golpeó de manera fatal la economía de muchos, entre ellos su familia. Su padre quedó desempleado, su madre dejó de recibir una cuota que el gobierno le otorgaba para ayudarle a mantener a sus cuatro hijos, y la situación venía en picada.
Pasaban meses y nada mejoraba, cada intento por salir adelante simplemente lo hundía más.
El ambiente comenzó a tornarse algo tenso en su casa. La desesperación comenzó a manejar a sus padres que se culpaban mutuamente por el problema en que estaban pasando. Así que día a día, lamentablemente todo empeoraba.
A todo esto, Shausef estaba en el 4to grado de una escuela primaria cercana. Los recursos escaseaban, y muchas veces su madre encontraba de forma milagrosa el dinero que necesitaba para la comida del día en alguna campera vieja que colgaba en su placard.
Esto implicaba que Shausef no llevara dinero a la escuela, sin embargo cada día encontraba algunas monedas en su mochila que le bastaban para que él y su mejor amigo se alimentaran durante el tiempo que permanecieran ahí.
El corazón de este niño vivía esperanzado, atento día a día, confiando de que la vida de su familia tuviera un vuelco. Y lo tuvo, pero no de la forma que él esperaba.
Un día, al llegar a casa, escuchó que sus papás estaban discutiendo en la habitación con la puerta cerrada -las discuciones se hacía más habituales cada día- y él, que ya es estaba acostumbrando a que las peleas fueran más frecuentes, no se preocupó mucho. Pero la curiosidad de niño lo llevó a asomarse detrás de la puerta para saber qué era de lo que hablaban.

-Tenemos que hacer algo. Esto no puede seguir así. Cuando no nos alcanza para la comida, casualmente encuentro dinero en los bolsillos, ¿pero hasta cuándo podremos tener esa suerte? ¡Un día se nos acabarán los recursos y no sé con qué ojos voy a poder mirar a mis hijos para decirles que no hay comida! -Suspiró profundamente bajando la mirada al piso tristemente como si estuviera resignandose - ...ya no sé qué hacer.
-Creo que lo mejor va a ser que empieze a buscar trabajo en otro lado. Ya repartí 150 curriculums y ni una llamada. Y lo peor es que así como nosotros, hay muchas familias más en nuestra situación y no quedan muchos trabajos. Dudo que consiga alguno. Estoy haciendo todo mi esfuerzo, ¡lo juro!, pero no entiendo por qué la vida es así, siento que Dios nos abandona.

Escuchar aquello fue suficiente para Shausef. La desesperación que sentían sus padres, ahora la sentía él, pero aún más intensamente porque estaba acompañada de la típica impotencia que sienten los niños al reconocer que nada pueden hacer por su edad.
Pasó una semana luego de aquel día. Eran las 7 de la mañana, y Shausef se había levantado de buen humor porque faltaba poco para sus merecidas vacaciones. Se sentó en la mesa para tomar su acostumbrado desayuno que constaba de una tasa mate cocido, una rodaja de pan y alguna mermelada ocacional que su mamá hacía con las frutas maduras. A su lado estaban sus hermanos; Lael de 4 años y Gad de 2 años. La bebé Ammi, que tenía 7 meses, estaba en los brazos de su mamá, que permanecía parada al lado de la mesada de la cocina mirando un punto fijo de la pared como si estuviera perdida en sus pensamientos. En su rostro se reflejaba la preocupación que generaban las cosas de las que pensaba. A su lado, estaba el Dariel, que reflejaba el mismo nerviosismo que su esposa haciendo un ruido molesto con las uñas. A diferencia de Heli, Dariel no podía permanecer quieto. Cuando se ponía nervioso caminaba de un lado al otro y comenzaba a hacer todo tipo de ruidos y ritmos monótonos que hacían que los que lo rodeaban sientan ganas de atarlo.
En este momento, ambos se veían muy tensionados, como si quisieran decir algo, y al mismo tiempo callarlo. Shausef, que siempre fue muy observador, en seguida se dió cuenta de que algo andaba mal y se limitó a mirar con sus ojos bien abiertos a sus padres demostrándoles que él ya había captado la intención que ellos tenían. Se puso impaciente y la pregunta salió expulsada de su boca "¡¿Qué está pasando?!"
Heli y Dariel se miraron sabiendo de que era hora, ya no podían posponer el momento, la situación no daba para más, y aunque ellos se morían de miedo tenían que comunicarle a su hijo mejor lo que realmente estaba pasando.

-Papá... tiene que irse. Shausef, queremos que sepas que te amamos, y que hicimos todo lo posible por mantenernos unidos en este momento tan difícil, pero ya no sabemos que más hacer, y ahora lo más importante es que vos y tus hermanos crezcan bien. Por eso papá tiene que irse del país. Acá no va a conseguir trabajo y escuchamos que en Europa la situación está mucho mejor que la nuestra. No te preocupes. Él va a ir por unos meses a trabajar, nos va a enviar dinero para que vivamos bien, y cuando podamos nos reunimos todos allá, y si las cosas en el país mejoran, papá vuelve a trabajar acá. Espero que lo entiendas, sé que sos lo suficientemente grande para hacerlo. -la mirada de Shausef se iba entristeciendo- No te preocupes, te prometo que todo va a estar bien.

Dariel no supo qué más agregar y se acercó a su hijo para abrazarlo profundamente. Las lágrimas empezaron a brotar de ojos de ambos y Shausef largó un grito angustiante "¡Papá yo te amo... te voy a extrañar demasiado!". Sus hermanos más chiquitos miraban intentando comprender lo que pasaba, pero pudieron darse cuenta que no era algo bueno y uno a uno se fueron contagiando el llanto. Al cabo de media hora, la casa revalsaba de sollozos desconsolados.

Dariel se fue y Shausef pasó a ocupar el lugar del "hombre de la casa". Adoptó una actitud protectora con su madre y sus hermanos, y prácticamente parecía un padre en versión miniatura. Mientras tanto, luego de que Dariel consiguió trabajo recibían una cuota mensual con la que vivía dentro de todo bien.
Sí, la situación financiera definitivamente había mejorado. Pero había un vació que ni siquiera la comida podía llenar. A Shausef le faltaba su padre.
Su caracter se fue haciéndo cada vez más rudo. La escuela pasó a estar en segundo plano en su vida, puesto que para él estaba primero ayudarla a su madre con los niños. Y así era como maduraba... en su mente quedaba poco espacio para cosas de niños, constatemente vivía preocupado por temas que superaban su edad.
Sin lugar a duda, su niñez había cambiado demasiado desde hacía unos meses y él ya no era el mismo de antes... lo que él no sabía es que todo cambiaría aún más.
Estaban en la fecha en la que llegaría el dinero que les enviaba su papá para vivir. Todavía no llegaba la cuota. Heli comenzaba a preguntarse qué pasaba.
Dos días después llega una carta de Dariel que decía:

Me cuesta mucho tener que contarles esto, pero tengo que hacerlo.
En Europa las cosas no están tan bien como cuando yo llegué. Ahora aquí también me quedé sin trabajo, tampoco puedo conseguir nada aquí y sinceramente estoy abrumado. Sigo haciéndome la misma pregunta cada día ¿Qué propósito tiene tener que pasar por todo esto?
Ya me quedan pocas fuerzas, siento que todo me sobre pasa, estoy frustrado, y decepcionado de mí mismo por no darles todo lo que se merecen.
Creo que mi vida es poco útil en la de ustedes, y para mí... bueno en realidad... no le encuentro sentido a mi vida. Antes mi sentido eran ustedes, pero ahora que ni siquiera puedo hacer algo por vos y por mis hijos, siento que vivir para mí ya no sirve.
Espero que algún día logres perdonarme por no darte todo lo que soñamos alguna vez.

Los amo mucho, nunca se olviden de eso.

Dariel.

A Heli se le formó un nudo en el estómago, y también en la garganta. Sentía que no podía tragar y le costaba respirar. De repente se puso pálida y la vista se le nubló.
Una lágrima caía por su cara mojando la carta que sostenía en sus temblorosas manos. Se dejó caer al piso, sentándose contra la pared. Triste, impotente, aterrada, desesperada... miles de emociones la inundaron. Su mente se tornó caos y no pudo hacer nada más que correr hacia algún lugar buscando un teléfono con llamadas internacionales mientras gritaba y lloraba totalemente angustiada.
En un negocio, el hombre la miró con horror y le indicó donde había un teléfono. Entró a la cabina y llamó a la posada en la que su marido estaba viviendo. Una mujer atendió el teléfono con una voz muy amable, pero su tono de voz cambió cuando Heli le preguntó acerca de Dariel. Tartamudeando le informó la terrible noticia. Dariel se había suicidado.
¿Qué iba a hacer ahora?¿Cómo iba a explicarles a sus hijos lo que ocurrió?¿Cómo haría para salir adelante?¿Por qué no percibió que algo estaba pasando con él?¿Por qué no pudo impedirlo?
Y así horas tras horas la cabeza le explotaba con preguntas. Buscaba la forma de decirle a Shausef lo que había pasado con su padre. Sabía que mentirle no era solución, tarde o temprano la verdad saldría a la luz y todo sería peor.
Al abrir la puerta de su casa, Shausef ve a su madre tendida en una silla con la cara hinchada y empapada de lágrimas. Corrió hacia ella, la abrazó y le preguntó que le pasaba inconciente de que esa noticia cambiaría todo en él.

-Hijo, odio ser yo quién tenga que decirte eso, pero tengo que hacerlo. Tu papi, el te ama mucho, ¿lo sabés? -Sí ma, lo sé. -Él detestaba no poder hacerte feliz y darte todo lo que deseabas y mereces, siempre me decía que quería lo mejor para vos... él te ama tanto hijo... nunca dejes de tener en cuenta eso.
Shausef la miraba tratando de decifrar a donde quería llegar su madre.
-Papi decidió irse a un lugar mejor, acá las cosas no le salían bien y la vida no fue muy justa con él. Ahora él está bien, en un lugar paradisíaco... ¡ayyy Shausef, cómo te gustaría conocer ese lugar! -seguía deambulando para no llegar a decirle la noticia.
La miró tratando de comprender de nuevo y le preguntó -¿Qué dices ma?, ¿se fue a una isla de vacaciones?
-Sí mi amor, pero se fue para tener unas vacaciones muy largas. Papá está en el cielo.

Heli no había podido decirle toda la verdad. Sabía que su hijo pensaría que Dariel había tomado una decisión egoísta, que no lo amaba, y miles de cosas por el estilo. No tenía las fuerzas suficientes para siquiera nombrar la palabra suicidio, y dudaba que su hijo tuviera las fuerzas necesarias para soportar aquello.

Todo fue mucho más difícil para ellos a partir de ahora. Además de tener que vencer el día a día con el dinero, ahora tenía que superar la idea de que nunca más verían a Dariel. Lo que más les costaba era enfrentar las preguntas que los hermanitos Lael y Gad les hacían cada día al despertarse y al dormirse. "¿Papá?".
Y como era de esperarse, Shausef se enteró de toda la verdad posteriormente. Y como también era de esperar, pensó que su papá había sido egoísta, que no los amaba lo suficiente como para luchar, y que la vida era demasiado cruel con él. No es justo, no es justo. Eran frases que retumbaban en su cabeza en cada momento.
Shausef creció y se convirtió en adulto. Inevitablemente, las cosas que le habían pasado en su infancia, habían marcado su vida, y no de manera muy buena.
Sus acciones se alejaban a lo que fue alguna vez de niño, y cuando su conciencia le reclamaba sobre lo que hacía, tomó por hábito contestar. "Soy así por todo lo que me pasó. Si mis papás no hubieran discutidos, si no hubiéramos tenido problemas económicos, si papá me hubiera amado, si no se hubiera suicidado... yo no sería quién soy ahora."
Y tristemente así siguió su vida hasta el día en que su alma se despredió de su cuerpo, y ésta, volando se dirigió a un cuarto en el que un hombre de aspecto imponente le preguntaba por qué había vivido de la forma en la que él lo había hecho.
Shausef respondió lo mismo que solía decirle a su conciencia; que él era así por todo lo que le había pasado, si su vida hubiera sido diferente, tal vez él sería diferente.
Mirándolo de forma reflexiva, el hombre se agachó para que su mirada esté a la misma altura de la de Shausef y le dijo.

-Ser es cuestión de elección. Vos tuviste la libertad de elegir cómo llevar tu vida. Si hubieras querido, habrías usado todo lo que te pasó como aprendizaje, y no como excusa para destruir tu propia vida. Nada de lo que te hayan hecho los otros tiene el poder para destruirte. Vos mismo decidiste dejar que la vida te destruya. La desición ahora la tenés vos.

Luego de esas palabras, sintió como si hubiera sido expulsado por un cañon y de repente se despertó en su cama como quién duerme plácidamente.

Ahora Shausef sabía que lo que necesitaba era elegir.


Gini Beutel

lunes, 2 de noviembre de 2009

STEF

Tiene 2 años, pero nos dió miles de historias para contar.
Tiene un vocabulario reducido, pero le sobra creatividad para hacerse entender cuando no sabe una palabra.
Mi hermano, el que me cambió la vida literalmente.
Me sacó la corona de la casa (jaja no soy una hermana celosa, es una broma), y ahora él es la persona a la que mi abuelo se refiere cuando dice "ahí viene la alegría de la casa".
Llegó justo en el momento más indicado. Fue la salvación de la familia, él nos trajo una llamita que nos encendió nuevamente cuando nuestra luz se había acabado, nos dió una razón más para vivir.

Sus travesuras producen sensaciones simultáneas: por un lado decís -¡¡¡No!!! ¡¡te voy a matar!! ¡¡Cómo me vas a romper eso que cuidé tanto!!, y al momento de ver esos ojos con una expresión de "yo no fui" te terminás olvidando de lo que hizo tratando de reprimir una carcajada a fin de que él no piense que lo que hizo estaba bien.
Después de su nacimiento me dí cuenta que soy bastante blanda. A la miércoles mi temperamento. No hay reglas cuando se trata del Stéf.
En mí encontró una figura de admiración, sí, suena medio egocéntrico, pero eso pasa con los hermanos mayores... cada vez que voy a algún lado, tengo que salir a escondidas para que él no llore. Y yo me pregunto ¿Qué ve de bueno este nene en mí? ¡Qué no siga mi ejemplo por Dios! jaja, después me acuerdo de lo que me pasó a mí con el que ocupó la figura de "hermano mayor" sin serlo, mi tío. Lo admiraba tanto, lo seguía a todos lados y no entendía por qué me trataba mal (a los años hice el click de que me trataba mal porque era insoportable jaja), un solo gruñido de él podía hacerme llorar, pero cuando me daba una demostración de cariño era la persona más feliz del mundo. Después crecí, y como pasa con todas las figuras idealizadas que uno tiene de niño, comprendí que él es humano. Eso es lo que va a pasar en unos años con Stef. Va a darse cuenta que soy una persona complicada, indecisa, odiosa, vueltera como una calesita, etc, y adios a la "gini ídola" jaja. Sólo me queda disfrutar de esta etapa de su vida, y a pesar de que siendo chiquito ya es muy arisco, creo que lo es menos que cuando sea más grande... así que lo voy a hartar con mi "pegotez".

Hace poco descubrí la forma para que él me dé un beso: le digo -Stef, me das un beso? -pone cara de picardía y dice -Noooo. Entonces yo empiezo a finjir que estoy llorando por su desprecio y él empieza a gritarme -¡No llores Gini!, cuando se harta de que lo persiga con mi llanto, viene y me da un beso aunque él bien sabe que todo lo que hice fue una actuación.

Stef es una esponja que absorve todo lo que persive. No hay nada que se le escape, siempre está fichando para luego aprender y poner en práctica su nuevo conocimiento. Mirando y escuchando aprendió a contar hasta 10, a hacer pogo cuando escucha rock, a "llorar" cuando quiere conseguir algo, a jugar a la pelota, etc.

Él es el ejemplo perfecto de tenacidad. No hay algo que se le meta en la cabeza que no logre conseguirlo. Las cosas que son peligrosas por su tamaño y altura son un reto para él y no existe el concepto "vértigo" en su mente, no importa cuánto tenga que escalar los muebles para conseguir algo, él lo va a hacer.

La palabra que más le produce tentación es No. Decirle a él que no haga algo es incitarlo a hacerlo en realidad porque inmediatamente se le da la idea y con los ojos refleja que se está preguntando "¿y qué pasaría si lo hago?". El mundo es un lugar lleno de cosas para explorar para él. Tiene que saber qué pasa cuando se mete el dedo al ventilador, cómo se siente lo "tuto", cómo reacciona el papel si lo mete al microndas, qué ventana se abre cuando aprieta un botón de la computadora, etc.

Su venida al mundo solucionó un problema que le planteaba a mi mamá diariamente: -Maaaa! ¿Qué puedo hacer? ¡Estoy aburrida!... Puedo asegurar que hace más de 2 años esa palabra no sale de mi boca cuando estoy en mi casa.

Ya desde muy chiquito se nota su vocación de servicio. Es mejor anfitrión con los invitados que todos nosotros juntos porque les ofrece miles de cosas y encima los entretiene ("¡Calo! ¿querés juito?).

Hace unos días me viene sorprendiendo con su nueva habilidad: inventar canciones. El lunes de la semana pasada yo tenía puesta una remera negra con el dibujo de una jirafa. Faltaban unos minutos para irme al colegio y ya que estaba pensé en ir a ver si ya se había despertado. Cuando llego a su pieza, mira mi remera y empieza a cantar "el caballo pi pi pi, el caballo pi pi pi (8)". O ayer que estaba paseando en el auto del abuelo y se puso a cantar "en el auto de coki nos iremos a pasear" (en vez del auto de papá)... así que cuando sea un poquito más grande lo voy a lucrar con ese talento... jaja no mentira, no me dedico a ser manager.


Stef tiene un propio diccionario de palabras y frases.

Esito: Eliseito

Catá: algún instrumento musical

No queres: No quiero

Se ha caío colitas: Se cayó de cola.
Inadores: Imaginadores. Un programa de Play House Disney.

Terrosa: Pantera Rosa.

Juito: Juguito.

Coca: Coca Cola es sinónimo de gaseosa (impresionante como tenemos lavada la cabeza. Vé un kiosco con un cartel de Coca Cola y él empieza a gritar: Cocaaa! jaja)Culo: Futbol.

Agetina: Argentina.

Lely: Nelly (la abuela)

Coki: El abuelo Coki.

Tía: Tío, es al único que confunde de género

Pimo: Primo.

Tube: Youtube.

Plata. Esa le sale a la perfección eh? Ojo!

Pego: Perro.

11;12;13;14;15: dieciuno, diecidos, diecitres...

Pato: Así le dice al muñeco Dino de Danonino.

Porora: Computadora.

Cochocho: Cococho.

Cochá: Chocar.

Ipa: Úpa

Aluluya: Aleluya.

Etc...

Se dice que cuando los niños son muy estimulados, terminan siendo muy inteligentes. Yo creo que los niños vienen sobre estimulados de fábrica porque con dos años, ya me sale con cosas que a mí se me habría ocurrido hacer a los ocho, eso me intimida un poco, tengo que aceptarlo, pero es bueno que los más chicos nos superen en capacidad.
Día a día me enseña cosas; sobre todo a tener paciencia. Y eso es algo que siempre hace falta en la vida, pero además de tener paciencia me enseña a reir, a perseverar, a disfrutar, a amar. Pareciera increible que alguien pudiera aprender tantas cosas de un bebé de 2 años, pero creo que la niñez es la etapa de la que se aprenden más cosas por la pureza del alma. No existen falsedades, ni hipocrecía; cinismo, ni maldad a esa edad, y observando lo angelical de esos seres tan pequeños me pregunto en qué momento los humanos nos convertimos de ser todo lo bueno que fuimos en algún momento a ser algo tan... dañino.
Siempre se lo digo... Cuando aprenda a leer y si es que sigue existiendo este blog, quiero que lea esto y se acuerde de lo que le digo desde su nacimiento... Stef, sos el amor de mi vida!
*Gini prints*