lunes, 23 de noviembre de 2009

DES/UNIÓN


Poco a poco se metía en mi corazón un sentimiento nada bueno. Fue tan lento el proceso que se hizo imperceptible, y no se fue hasta que me sentí totalemente incómoda con su compañia... esta noche se me hizo un click, es como un despertar, un "eureka" que me demostró la razón por la que me sentía rara. El problema no está exento de mí. La desunión no tardó mucho en llegar hasta mí. Y ahora una vez más compruebo que la biblia es la mejor guía de la vida. En ella siempre se encuentra una respuesta.


Romanos 15:5-6
Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.

1 Corintios 1:10-13
Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Seór Jesucristo, que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Clóe, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?

Juan 17:20-23 (oración de Jesús antes del arresto)
Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en tí; que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los que has amado a ellos como también me has amado.

En un mundo tan dividido hace falta un poco de unidad... y yo no estaba contribuyendo en eso. Muchas veces dejamos que las heridas y los rencores nos dividan de nuestros más cercanos, y no vale la pena porque gracias a Dios existe el perdón. Creo que es hora de poner las cosas en su lugar y parchar las viejas heridas.

Jesús te pido perdón por haber perseverado en mi enojo, por la desunión, y por mi orgullo. Perdón por haberme concentrado en mí misma y por dejar de lado a los que amo. Perdón por no amar a los demás de la manera en que nos amas y guardar rencores. Enseñame a tener paciencia, a ser temple, y sobre todo a amar cada día más a los que me rodean, alejándome de las desuniones, inclusive en las diferencias. Gracias por toda la paciencia que tenés conmigo y por tu infinito amor al morir en la cruz por mí. Amén.


NOTA: Que no se confunda el hecho de seguir un camino propio con el individualismo.

                                                                                                                        Gini Beutel

2 comentarios:

Nelson Lastiri dijo...

no entiendo nada...

Anónimo dijo...

uhh... voy a pedir que me enseñen a escribir de nuevo a ver si me puedo expresar para que me entiendan.
Gini