domingo, 27 de junio de 2010

La Abuela.

Ella tiene un temperamento
que a veces me hace temblar,
ella ha pasado el sufrimiento
de que los que ama se le van,
ella se encierra en el silencio
y se larga a llorar
porque es mucha su soledad 
y no le queda tiempo para soñar.

Ella ha criado a siete hijos,
pero ama a uno sólo de verdad,
los demás se sienten resentidos
porque no los fue a acariciar.
Y ahora le pasan boleta
ya no es mamá, sólo es "la vieja".
Tiene una casa grande
y la empleada es su compañera.

Su difunto esposo
la cuidaba como a una reina,
mas su hijo amado
la mantiene en pobreza.
Ha trabajado sin receso,
su jubilación 400 pesos.
La mesa larga y habitada
ahora está vacía y desolada.

Como limosna le dan un camisón,
diciendo "gracias" le duele el corazón
con todo el tiempo que pasó,
fotografías de días felices,
en un cajón guarda los huesos
que sobraron de flacas perdices.

Gini Beutel.

miércoles, 16 de junio de 2010

Irse Por Las Ramas.

Advertencia: El contenido del siguiente fragmento podría parecer carente de sentido.

 

Quiero leer un libro que haya sido escrito en castellano, me parece que se pierde mucho la esencia del lenguaje con los libros traducidos... a ver... voy a probar con Sábato (...) este libro sale en muchos lados, ah, acá veo uno que no es muy leído. Voy a comenzar por ese entonces.
Cierto, cierto que me había dicho. Me dio curiosidad; quiero leer Nunca Más.
Esa música no tiene nada que ver con lo que estoy leyendo... ¡Me olvidé que estaba leyendo otra cosa! ¿Por dónde empiezo ahora?
Qué horror la matanza que vivió Argentina. Tanto sufrimiento prolongado en tiempo y espacio. Me pregunto lo que habrá pasado por la cabeza de mi bis abuelo armenio mientras presenciaba el genocidio ¿Cómo habrá hecho para escaparse? Quisiera saber más de él. Era tan culto, sabía tantos idiomas, estaba siempre vestido de traje, ¿no le era incómodo? ¿Cómo hacen los masones para vestirse siempre de traje?
El billete de un dólar tiene un símbolo masón. Es tan obvio el mensaje que transmiten y no muchos se dan cuenta. Me decepcionó la canción de Banda de Turistas sobre los masones; pensé que iba a ser más reveladora después de toda su "investigación"... Voy a investigar.
Qué inteligentes que son los masones para desarrollar su plan de "personas atontadas"... pensar que yo soy una de ellas... viendo tanta tele, estando tanto en la computadora. Menos mal que por lo menos ya no tengo celular. Son muchas las formas que tenemos para comunicarnos y vivimos aislados en nuestra propia burbuja. Ya nadie mira el cielo, ya nadie se sienta a conversar seriamente.
Cuando converso con mi familia,  no puedo evitar que mi mente se apague por unos segundos... creo que ya sé lo que me van a contar. Pienso que a veces me ayuda abstraerme, pero no me voy tanto que me quedo de año.
¡Ay! No me queda mucho tiempo para rendir matemáticas. El jueves viene Caro, pero tengo que repasar antes de que ella venga para explicarle... por si acaso para no perder el tiempo.
Uh... ya son las 3 AM. No sé cómo hace el tiempo para correr sin cansarse... ¿¡Cómo voy a hacer yo para levantarme!?
¡Una rima! Cansarse/levantarse... ya es innato en mí hacer rimas. Rimas y ramas son parecidas, difieren en una sola letra... ¡y cómo me voy por las ramas!

[Fragmento de mis pensamientos.]

Gini Beutel.

domingo, 13 de junio de 2010

Aventuras Macareñas.

Todo empezó con un aula llena, un asiento vacío, una campera amarilla y un dibujo anaranjado.

Recuerdo las ansias con las que entré al aula ese primer día de clases de 2do grado. Llegaba tarde, como de costumbre, a pesar de vivir a una cuadra y media de la escuela. La señorita me miró con sus ojos secos, y con su habitual amargura me invitó a sentarme en el único lugar que quedaba sin ocupar.
A mi lado se encontraba una niña llena de timidez que contrastaba con su campera amarilla. Desde ese momento me agradó ya que el color amarillo siempre me pareció alegre. 
Buscando tema de conversación, le mostré el dibujo que había hecho durante la clase; (no recuerdo lo que había dibujado, sólo sé que era anaranjado) lo miró analizándolo, sonrió y me dijo que le gustaba.
Y a partir de ese día vió muchos dibujos más...
Así fue que crecimos juntas: comiendo Tatines, corriendo por todo el patio de la escuela, escribiendo cuentos, inventando juegos brutos con los varones del grado, riendo, compartiendo...
Sin darnos cuenta crecimos... Alguien diría que somos unas "pavotas", pero parece que no tenemos idea acerca del tiempo.

Cuántas tardes bien gastamos buscando explorar la ciudad.

Caminar es nuestro oficio grupal, y nos ha enseñado tantas cosas... Caminando aprendimos a reirnos de nuestros problemas, a perseverar sin importar importar la distancia, a hablar con honestidad, a disfrutar de las pequeñas cosas, a soñar con un futuro que aspire al cielo sin importar lo absurdo que parezca comparado con el presente, y sobre todo a ser felices en el proceso.

Confieso que le temo a la ancianidad, pero al imaginarnos a ambas riendo, tomando mate, sacándole el cuero a los vecinos "chismosos" con nuestra piel llena de arrugas y el pelo blanco, simplemente deseo tener una vida larga para disfrutar de esta amistad irrepetible.
Sé que tengo mucha suerte y que la vida fue muy buena conmigo al regalarme el apoyo de una persona tan pura.

Cada día le agradezco a Dios que haya estado desocupado el asiento al lado de la nena de campera amarilla.
Para Maca...
De Gini Beutel.

viernes, 4 de junio de 2010

Putrefacto Vil

Putrefacto Vil:
                             A vos que quisiste destruir mi vida, a vos que me robaste tantas cosas, quiero hacerte saber el bien que me hiciste.
Me lastimaste tanto y de tantas formas, que en intento de vivir me fortalecía.
Me robaste cosas que su falta me liberó, otras que en realidad necesitaba, pero esa ausencia hizo que hoy pueda disfrutar de lo más mínimo.
Me quitaste el amor de muchos, pero los que permanecieron a mi lado acaparan el amor de todos.
Produjiste que deseara morir y hoy no deseo otra cosa que vivir, pero no le tengo miedo a la muerte.
Fui tan infeliz, tan miserable por la oscuridad con la que llenaste mis días, que solamente ver el cielo me hace feliz.
Lo peor de todo fue que en medio de todos tus maltratos olvidé que la felicidad dependía de mi decisión.
Sé que sola no hubiera podido escaparme de tus garras porque sos persistente para hacer daño, en eso tenés mérito, pero siempre agradeceré haber podido salir de tu guardia.
Lo único que ahora quiero con respecto a vos, es que te enteres estoy bien, que estoy feliz.
Por favor, que alguien te avise que a pesar de toda tu mugre VIVO, y lo hago bien.

Con todos mis repudios.

Gini Beutel.