miércoles, 29 de diciembre de 2010

¿Quiénes son los VIP?

La propuesta para este año fue ir a la casa de un tío que veo una vez al año como por cinco minutos, al resto de su familia no la veía hace casi 10 años. Sinceramente a algunos de ellos no pude reconocerlos hasta que logré distinguir una característica particular de su personalidad.
Familias reunidas después de tanto tiempo, variedad de comida, un árbol enorme, el pesebre a sus pies, montañas de regalos, niños corriendo por toda la casa, las brasas candentes, el cordero crujiente, luces de colores, sonrisas, simpatía y un buen recibimiento.
 Estaba un poco desanimada ante el compromiso, pero en el momento en el que aprecié ese cálido ambiente me dije "¿Por qué no...?"
Sin embargo comprobé nuevamente que en mi caso las primeras impresiones son las que suelen tener la razón.
Lo busqué por todos lados, en su lugar encontré unos parientes a punto de agarrarse de los pelos, consumismo, excibición, papá noel, egocentrismo, tres botellas de alcohol por centímetro cuadrado, copas, sí, en cada lugar de la casa, etc...
Lo busqué en todos lados, pero no hallé al anfitrión.
En su supuesto cumpleaños, Jesús no estaba invitado.

Gini Beutel

martes, 21 de diciembre de 2010

Bien Dicho



Ese nene de cinco años no podría haber echo una pregunta más acertada.

"¡¿Qué tiene que ver la navidad con el nacimiento de Jesús?!"

sábado, 18 de diciembre de 2010

Una zanja y algo más

¿Qué es una zanja sin una corriente de agua?

Yo fui un pedazo esteril de tierra, un pozo seco de polvo, estorbo en el camino recto, la sed personificada.

Tuviste la misericordia de tener en cuenta mis huecos cóncavos y los llenaste con tu riqueza.

Hoy soy una zanja por la que fluye un caudaloso río, soy la muralla en la que se sostiene la corriente, soy tierra húmeda, un ecosistema lleno de vida.

Eras la clave para mi subsistencia, no sería más que tierra inerte sin tu río.

Gini Be

viernes, 17 de diciembre de 2010

Inmerecidamente

Esto que estoy haciendo me va a ayudar a ganar... me lo merezco.

Y en ese mismo instante los ví. El rey en su trono, y su hijo, el príncipe a su lado.

Esa imagen sublime derritió mi pensamiento inicial... Es que en realidad las coronas no se ganan, se heredan.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Peso pesado

Mercedes es una persona a la que realmente admiro.
Ella se casó a los 16 años -aún siendo una niña en mi opinión, aunque era bastante común en aquella época- y teniendo esa edad comenzó a formar una familia.
Tuvo 7 hijos, lo que significó para ella que trabajara sin descanzo por el resto de su vida, y con mucho sacrificio se las ingenió para montar, junto con su esposo, su propio negocio casi de escala imperial para el pueblo en el que vivía.
Creo, por lo menos visto desde afuera, que esos fueron sus grandes logros. Construyó una familia numerosa y hermosa y creó un sustento económico que los alimentaría, incluso después de su muerte.
Mercedes es una mujer llena de virtudes: trabajadora, generosa, versátil, inteligente, hábil con los negocio, etc...
Pero a su vez tiene un defecto, su cruz personal: el carácter fuerte.
Y luego de darle un pantallaso a su vida, supongo que esa manera áspera de decir las cosas deriva del hecho de que no debe ser fácil defenderse siendo tan joven y con tantas responsabilidades, y en su vida no tenían cabida las expresionas vuelteras que acuden siempre a la amabilidad.
Ese fue su talón de Aguiles, y hasta el día de hoy sus descendientes se critican entre sí llamándose "Mercedes" cada vez que alguno de ellos demuestra haber adquirido el mismo defecto que ella.
Es así, en la balanza del ojo humano el defecto siempre le gana a las virtudes a diferencia de unas cuántas toneladas.

martes, 7 de diciembre de 2010

Enmudecida por los niños


Me había sentado en una de las mesitas del aula. A mi izquierda estaba Meli, atrás Anto y Gonza.
Yo estaba feliz porque los más traviesos me habían aceptado en su "pandilla" luego de jugar al fútbol con ellos, así que nos reíamos, no sé de qué hablábamos, pero recuerdo la sonrisa de los tres.
En un momento yo me concentré en la lectura de la revista y sentí que alguien me observaba. Cuando volteo con curiosidad para saber qué pasaba, la encuentro a Meli mirándome con sus ojitos grandes y brillosos. La sonrisa más tierna que nunca. Entonces me pregunta bajito...

"¿Vos sos madre?"

Me quedé muda, comprendiendo por primera vez que ser madre es una labor hermosa.

Gini Beutel