sábado, 11 de diciembre de 2010

Peso pesado

Mercedes es una persona a la que realmente admiro.
Ella se casó a los 16 años -aún siendo una niña en mi opinión, aunque era bastante común en aquella época- y teniendo esa edad comenzó a formar una familia.
Tuvo 7 hijos, lo que significó para ella que trabajara sin descanzo por el resto de su vida, y con mucho sacrificio se las ingenió para montar, junto con su esposo, su propio negocio casi de escala imperial para el pueblo en el que vivía.
Creo, por lo menos visto desde afuera, que esos fueron sus grandes logros. Construyó una familia numerosa y hermosa y creó un sustento económico que los alimentaría, incluso después de su muerte.
Mercedes es una mujer llena de virtudes: trabajadora, generosa, versátil, inteligente, hábil con los negocio, etc...
Pero a su vez tiene un defecto, su cruz personal: el carácter fuerte.
Y luego de darle un pantallaso a su vida, supongo que esa manera áspera de decir las cosas deriva del hecho de que no debe ser fácil defenderse siendo tan joven y con tantas responsabilidades, y en su vida no tenían cabida las expresionas vuelteras que acuden siempre a la amabilidad.
Ese fue su talón de Aguiles, y hasta el día de hoy sus descendientes se critican entre sí llamándose "Mercedes" cada vez que alguno de ellos demuestra haber adquirido el mismo defecto que ella.
Es así, en la balanza del ojo humano el defecto siempre le gana a las virtudes a diferencia de unas cuántas toneladas.

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