Yo fui un pedazo esteril de tierra, un pozo seco de polvo, estorbo en el camino recto, la sed personificada.
Tuviste la misericordia de tener en cuenta mis huecos cóncavos y los llenaste con tu riqueza.
Hoy soy una zanja por la que fluye un caudaloso río, soy la muralla en la que se sostiene la corriente, soy tierra húmeda, un ecosistema lleno de vida.
Eras la clave para mi subsistencia, no sería más que tierra inerte sin tu río.
Gini Be
1 comentario:
Sublime.
Breve, como lo que tarda Dios en cambiar nuestra vida y darle un sentido.
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