viernes, 28 de octubre de 2011

Olvidar, recordar.

Cuando Dios nos perdona, olvida nuestro pasado turbio para darnos la esperanza de un nuevo comienzo y seguir amándonos con locura. Nosotros, en cambio, no olvidamos nuestros errores para tener presente siempre de dónde nos sacó y que nos amó a pesar de eso. 

Gini

sábado, 22 de octubre de 2011

Me declaro una idiota.

- ¡¿Qué me pasa?! Siento un nudo en el pecho, tengo palpitaciones muy fuertes y estoy bastante dispersa. Me voy a morir de un paro cardíaco, ¿o no? ¡Decime la verdad!
- Ay nena, ¡qué dramática! ¿Nunca te habías enamorado antes?

jueves, 20 de octubre de 2011

Cotidianidad a mano alzada.



16 de octubre - Día de la madre.
¿Qué mejor excusa que esa para juntarse a comer?
Como plato principal nos espera el asado, obviamente. Pero el asado debe ir acompañado con alguna guarnición: papas fritas para los osados y ensada para los "light". De entrada "niños envuelto" o como dice mi mamá en árabe "meshi" (verificar fuente). Ningún meshi puede ser en sí mismo sin la cuajada, pero,... ¿cómo podemos comer cuajada sin pan? Así que a hacer unos panes árabes a las apuradas, y ya que tenemos el pan árabe, mejor lo aprovechemos con un puré de garbanzo. Como si fuera poco decidimos que no era suficiente con la entrada, también queríamos una pre-entrada y se armó la picada. Comida, familia, amigos, niños, alguna botella de vino. Todo esto es vida, sobre todo cuando entra en la escena la Torta Rogel, que después de tanto trajín es conveniente asentar con un café. Luego del café ya es la hora de la merienda entonces: "¡traigan el mate y la torta!". Nuestro lazo con la comida es infinito, definitivamente.


Un día cualquiera.
Papá: - Shhh, Gini, ¡no toques el charango en mi oido!
Mamá: - Cerrá la puerta de tu pieza cuando toques los sonidos agudos de flauta.
Stef: - Gini tocá bajito, me duelen los oídos. (Repitiendo lo que yo le suelo decir cuando él grita).
Eliseo: - Shhhhhh. (con el dedito índice en la boca).
Abuelo: (Cara de oler caca)


Una noche cualquiera.
Mamá: - Gini, ¿no estás cansada? ¿por qué no te vas a dormir?
Yo: - No, no tengo sueño. Vos tenés cara de muy cansada.
(Nos mandamos indirectas para que alguna se vaya y poder disfrutar de la tranquilidad noctura)



Una amenaza bastante común.
- Te portás bien, sino el día que me traigas una chica a casa le voy a contar que yo te cambiaba los pañales.

La queja de todos los días (madre e hija).

¡Me duelen los oídos!

La palabra más repetida.
¡Basta!

El viaje que más veces me comí.
 - Hoy había paro de colectivos, ¿no sabías?
- No, no veo noticiero. Sólo dibujitos animados.



Lo más cotidiano, lo que tiene más trascendencia en la vida, lo más importante
La familia.

lunes, 3 de octubre de 2011