Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuando yo escrebir de vos deseo;
vos sola lo escrebistes, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.
En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuando en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.
Yo no nací sino para querernos;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma misma os quiero.
Cuando tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir y por vos muero.
Garcilaso de la Vega (primer renacimiento, siglo XVI)
Impresionante como se expresa para la época... ¿no?
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