domingo, 27 de marzo de 2011

Brisa Nocturna

Bendita la hora en la que acaba el día.
Es como un viento llevándose mis miedos.
Estos se disipan cuando entiendo,
entra la danza de los grillos y el silencio,
que no necesito pilares para confiar,
y que no siempre es sano desconfiar,
que no necesito con urgencia amar,
pero sí estar en paz,
y para mí no hay nada más apacible que esperar.
Por eso no me voy a ningún lado hoy,
mas esta noche se irá un temor
y cuando amanezca tendré una nueva convicción.
Así que, corazón, deja de lado tus ansias por favor.
Disfruta que el tiempo nos pase lento
y que esa brisa que se lleva mis miedos
nos traiga una dicha que se afirme
y permanezca con nosotros a través del tiempo.

 Gini

No hay comentarios: