miércoles, 25 de mayo de 2011

Corazones de Carne


Yo quiero vivir como los niños
viendo la vida llena de colores,
haciendo como ellos
que saben confiar,
que les gusta ilusionarse.
Llenos de alegría
y miles de cosas por compartir,
estando siempre expectantes
por las cosas nuevas que les aguarda el futuro.
Sin lugar a la monotonía,
siendo los juegos un deber,
y los deberes una meta.
Con ansias de aprender un poco más,
humildes para pedir ayuda, 
transparentes al aceptar un error,
ligeros para perdonar.

Cuando la vida de un niño está en nuestras manos es en vano preocuparse por educarlo para que en el día de mañana sea una buena persona. La preocupación, más bien debería estar en que no seamos un impedimento para que se conserve la pureza de su corazón.

Gini

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