viernes, 15 de enero de 2010

Pobre de Mí


Mi nombre completo es Ginette Beutel.

Ginette (nombre) viene del francés. La traducción del nombre es Juana que significa "poosedora de la gracia de Dios". La pronunciación en castellano es "Yinet" porque en francés la "g" suena como una "y", y las "e" finales sin tilde no se pronuncian.
Beutel (apellido) viene del alemán, significa "bolsa", sí señor. Significa nada más ni nada menos que bolsa. Lindo, ¿no? La pronunciación en castellano es "Boitel" (sólo sé que es así, a las reglas no me las conozco), pero por cuestiones de adaptación, ignorancia y hartazgo, la mayoría de las personas (en Argentina) lo pronuncian "Beutel", "Béutel", "Betel" o "Butel" (las últimas dos pronunciaciones provienen de gente Bruta).

Llamarse de ese modo tiene virtudes  y defectos:

Defectos: Muchas personas al ver escrito "Ginette" parece que su cuerpo es ocupado por un ser hueco y burlón y no pueden decir un apodo más "original" que "Jinete sin cabeza". Por el otro lado mi apellido, aunque no es del otro mundo como los apellidos rusos que tienen 30 consonantes seguidas, provoca parálisis en la personas que tratan de pronunciarlo por primera vez (generalmente profesores que consiguieron un título trucho).

La virtud es obvia: No creo que haya un persona que se llame igual que yo.

Si pienso en mi nombre relacionado con mi apellido puedo concluir que soy una Ginette dentro de una bolsa, una bolsa con la gracia de Dios, una Juana con forma de bolsa (vacía), o una jinete con una capa de bolsa.

Esa es quién soy, lo que soy es otra historia...

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