sábado, 10 de abril de 2010

Me Enojo, Golpeo La Pared, Me Quiebro la Mano.

Estoy enojada porque no entiendo los tiempos del destino, ni los desvíos que tiene el camino.
Porque no puedo vivir aislada, porque las emociones me matan.
Me enojo al no poder hacer lo que me gusta, lo que quiero, lo que planifico.
Estoy enojada porque lo que me importa no es tan importante como lo que "nos importa" (valga la REDUNDANCIA).
Estoy enojada porque veo en el presente los reflejos del pasado. Tengo ganas de reprocharle a alguien el ayer, pero ya no puedo porque precisamente... ya pasó.
Estoy enojada porque la ingenuidad me servía de coraza, pero ya la tengo gastada y ahora soy desconfiada.
Estoy enojada porque me harté de estas paredes, me cansé las voces ultra familiares, estoy agotada de los discursos manipuladores, de las sonrisas falsas, de las personas pretenciosas, de la gente que se relaciona conmigo simplemente por una ironía de la vida y estoy conciente que si no estuviera ese lazo les importo tres pepinos, estoy harta de callarme para mantener la tranquilidad... una aparente tranquilidad.
Estoy enojada porque no puedo hacer todo a la vez.
Estoy enojada con la persona que creó la ley que los menores de 18 no pueden trabajar.
Estoy furiosa viendo la indiferencia, la hipocrecía, la mentira.
No entiendo por qué la maldad prolonga los años, estoy enojada con la maldad.
Me tiene podrida el televisor en un volumen violento, la gente que pierde el tiempo hablando de los problemas que tiene el país, y mucha charla y poco acto, me tiene colmada el reggaetón.
Estoy enojada porque odio ver rejas en las casas, odio caminar con ojos en la espalda.
Estoy hasta la nuca racismo. Hasta la nuca de escuchar burlas.
Estoy cansada de ver que la gente es mediocre, que se burla de los demás, que vive rodeada de estupidés y encima se jacta de eso.
Estoy enojada porque soy parte de un sistema capitalista que no funciona, de un sistema educacional que incuba ignorantes.
Estoy enojada porque a veces las nubes son demasiado espesas como para poder ver algo de luz.


Escuché que una vez Dios se arrepintió de haber creado al hombre...  ¡Cuánta misericordia! ¡Cuánto amor para darnos un mañana!

1 comentario:

Gabo dijo...

cuanto enojo! pero con razón.. u.u
me encanta todo lo que escribis, te quiero Gini un beso! :)