lunes, 17 de septiembre de 2012

Viajamos

"Che... ¿Vos la conocés a la 'cuello ortopédico'?"

Reconozco que era medio difícil manejar con un brazo secuestrado y el cuello tieso, pero ahora ésta sería definitivamente la mejor forma de viajar.

Mientras él manejaba yo iba acostada a lo largo de todo el asiento con mi cabeza reposando en su pierna, por primera vez no tenía dificultades para poner los cambios o hacer alguna maniobra complicada. Con una mano agarraba el volante y con la otra me acariciaba la espalda entretanto yo jugaba a reconocer el lugar por el que pasábamos al ver los techos de las casas. Me sentía nuevamente una niña.

En un momento me senté como corresponde y vi "el mundo exterior", caótico a las 5 de la mañana, filas de gente borracha caminando por las veredas, cruzando la calle sin la más mínima consciencia, muchísimos autos, el cielo se veía espeso, el aire lleno de un vapor insoportable. -Vos no te preocupes, volvé a acostarte.

Así es la vida con vos. Si podés aferrarte bien al volante y a los cambios, no importa lo que pase a nuestro alrededor, yo me siento confiada.

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