miércoles, 5 de mayo de 2010

Colores Sobre El Gris.

Hoy caminaba por una avenida muy ruidosa, llena de cemento, personas apuradas y autos. 
Rescataba la cantidad de árboles que se elevaban a lo alto a la par de los edificios.
Sus gamas de verdes rompían con el gris de la ciudad, sus hojas le daban textura a los rayos del sol. El viento los hacía bailar a un ritmo lento y el choque de las ramas formaba una dulce melodía de paz. Detrás de los árboles, un cielo de un celeste puro y unas nubes cortadas con tijeras que formaban ondas que se asemejaban a las del mar. 
Y comprendí que...
Sin el gris de la ciudad, quizás no apreciaría lo hermoso de los árboles.
Sin el frío del invierno no disfrutaría del calor del verano.
Sin pasar por intensas soledades no valoraría una buena compañía.
Sin la tristeza y el dolor, no sabría lo que es la felicidad.
Sin heridas, no me serían reconfortables los abrazos.
Sin cansancio no hay cama ni sueños.
Sin esfuerzo no hay frutos, ni satisfacción.
Sin Dios no hay nada.
Gini Beutel.

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