martes, 23 de noviembre de 2010

Marcas Profundas

No creo en la teoría que dice que los niños eligen a sus padres porque eso significaría que Mauricio es un descerebrado.
Mauricio fue rechazado desde el vientre de su madre, incluso sufrió un intento de aborto.
Su niñez fue terrible como pocas, o como muchas... a estas alturas ya no estoy muy segura.
El papá de Mauricio era una persona trabajadora, a eso no se lo puede negar, y siempre buscó la manera de proveer el pan en su casa. El problema es que mientras el papá trabajaba, la mamá se guardaba el dinero destinado a la alimentación del niño, y este tenía un alto grado de desnutrición.
El cuerpito de Mauricio estaba cada vez más delgado, y sus compañeros del colegio solía perseguirlo todos los días para golpearlo por patético.
Lo peor era volver a casa. Mamá y papá estaban listos para darle otra paliza por no haberse defendido en la escuela como correspondía, y más tarde un pedófilo de mierda lo esperaba para violarlo.
Hermosa habría sido la historia si todo esto no hubiese durado cinco eternos años.
Finalmente llegó el día en el que los papás se hartaron de cagarle la vida a Mauricio, y al cumplir 13 años lo abandonaron en otra provincia para que se la cagara él mismo.
Luego de esto creció, se reconcilió con sus padres, se casó, los padres le quitaron la casa, el violador nunca fue apresado ni identificado como tal, cortó la relación con sus padrés e intentó seguir adelante.

Ojalá esta historia fuera inventada, ojalá fuera una en un millón, pero no es así. Vivimos en un mundo violento que se autodestruye, que se toma el valor de las vidas a la ligera, y en muchos casos los hijos son tomados como lamentables accidentes y no parecen ser más que el daño colateral de otra vida con un pasado traumático.
Son cadenas que se rehusan a ser cortadas, historias que no dejan de ser repetidas a pesar de tener la capacidad de poder elegir.
A veces me quedo pensando si mi existencia tendrá alguna incidencia en la vida de los demás, pero recuerdo la importancia de las marcas que otras personas dejaron en la mía y entiendo que es inevitable influir en quienes nos rodean, así que sabiendo eso tratemos de que las huellas que dejemos en la tierra sean buenas, o que por lo menos a eso aspiren.
 Gini Beutel

"Vengan a mí todos los que están cansados y oprimidos, que Yo les daré alivio."

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