jueves, 2 de febrero de 2012

Manías.

La noche previa al primer día de obligaciones matutinas me acuesto en el sillón, así estoy lo suficientemente cómoda para poder dormir y lo suficientemente incómoda para que a la hora de levantarme no quiera seguir durmiendo.

A la mañana que no falte el café.


Para escribir uso lápices blandos de dibujo. Mi favorito es el 3B, no se resbala de más, no me tiñe tanto las manos y no siento que me estoy raspando cuando rozo la mina sobre la hoja.

Lavo los platos apenas termino de comer. Y si estoy en la casa de alguien que no lava sus platos, se los lavo yo.

No tolero las paredes totalmente blancas.

En mi propio desorden cada cosa tiene su lugar.

Hago dibujitos (casi siempre manos o árboles) en las hojas que tienen un contenido importante. Así nunca me olvido lo que decía.

Voy a todos lados con un cuaderno y un lápiz en la mochila. Las ideas siempre llegan sin previo aviso.

Le saco punta a los lápices con una trincheta.

Trato de caminar por cuadras diferentes aunque siempre vaya al mismo destino. Es menos monótono.

Siempre me siento atrás. En todos lados.

[Cada persona es un mundo complejo de descifrar... y sólo estoy hablando de detalles]

2 comentarios:

Alexandru G. Ichim dijo...

Genial! Este texto me describe! Viste, es como muy importante para uno identificarse, en todo momento que sea con lo que sea! Sos re observadora de tus propias acciones. Yo no me hubiera dado cuenta de estas cosas de mi. Pero ahora que lo leo, es... uau!

Gini dijo...

Sí, es verdad lo de sentirse identificado. Cuando hablamos con alguien siempre tratamos de identificarnos en cualquier cosa, y es re divertido observarse a uno mismo. Cuando lo hago pienso que estoy medio loca jajaja